Semana Santa por Benasque. 24-27 Marzo 2016

Esquiadores:
-Eduardo Rucandio
-Raúl Guerra

Llegaban cuatro días de fiesta y, dado el desastre de temporada de esquí de montaña que estamos teniendo, hacía falta arreglarla con unos días en uno de los paraísos de del esquí de montaña, el Valle de Benasque. Haciendo base en este acogedor pueblo se pueden hacer innumerables  rutas de esquí de todos los niveles. Además, ahora las carreteras han mejorado notablemente y el viaje ya no se hace tan pesado como hace unos años.
Nuestro “campo base” iba a ser el albergue de la Escuela Española de Alta Montaña de Benasque, un sitio bastante recomendable por su comodidad y por ser bastante económico. Desde allí, la idea era hacer actividad viernes, sábado y domingo y los objetivos, el Posets,  Tuc de Mulleres y el Perdiguero. Y como suele ocurrir, la meteorología y las fuerzas iban a modificar algunos de nuestros planes.
El viernes la predicción era más o menos buena, con cielos algo cubiertos y así fue como amaneció. A las 8 de la mañana ya estábamos en camino hacia nuestro primer objetivo, Tuc de Mulleres. La primera parte, por el circuito de esquí de fondo del hospital de Benasque nos sirve de calentamiento. Cuando llegamos a Besurta nos asaltan las dudas……..¿Y si lo cambiamos de rumbo y subimos a la Maladeta?. Sería más desnivel pero el bajadón es espectacular y en caso de cambio de tiempo, más seguro. Y así lo hicimos. Teníamos por delante 1500 metros de desnivel, pero muy directos. Según íbamos subiendo por la estupenda huella que había, la nieve iba mejorando y siendo más polvo. Ya nos estábamos relamiendo de gusto pensando en lo que nos esperaba en la bajada.




Subiendo a La Maladeta

Descenso hacia el refugio de la Renclusa

Pero no, poco a poco el tiempo fue cambiando y se fue cubriendo hasta quedar envueltos en niebla. Además, comenzaba a nevar ligeramente. Al menos pudimos llegar a la cumbre de la Maladeta (3.308 m) aunque no la pudimos disfrutar mucho. El descenso, aunque en nieve polvo al principio, no fue muy placentero por la niebla que ya se sabe lo “agradable” que es para esquiar.  A medida que descendíamos la niebla era menos espesa pero la nieve se convirtió en lluvia………..así que tocó esquí de supervivencia.

El sábado la previsión de tiempo era mejor, por lo que la intención era subir al Perdiguero (3.222 metros) por el Valle de Remuñe y bajar por el valle de Literola. El día amaneció espléndido y a las 8 de la mañana ya estábamos foqueando entre pinos por el precioso y largo valle de Remuñe. Al llegar al final del Valle, al Portal de Remuñe, nos dimos cuenta de que la última parte de la ascensión se encontraba muy escasa de nieve……y que se acercaba nubes amenazantes que ya cubrían por completo la cumbre.
Ascenso por el Valle de Remuñe

Ascenso por el Valle de Remuñe



Tras un pequeño descenso, comenzamos el ascenso  de la última parte “ratoneando” entre rocas hasta que ya no queda más remedio que echar los esquís a la mochila y continuar andando. Pero el tiempo se está poniendo peor, con mucho viento y niebla, y aún nos queda al menos una hora por una larga arista para llegar a la cumbre, así que decidimos empezar a bajar antes de que se cubra todo y no podamos disfrutar la bajada.

Descenso por el Valle de Literola

Descenso por el Valle de Literola

El descenso por el Valle de Literola combina buenas palas y largos flanqueos, pero la nieve no está para hacer muchas virguerías. La última parte del descenso, unos 15 minutos, tenemos que hacerlos andando por falta de nieve.

El domingo la previsión no era muy buena, y así fue. Estuvo lloviendo por la noche y la mañana, así que optamos por volvernos para casa tranquilamente.

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