Pico Gran Quayrat 3.060m, cara O vía Ravier M.D

             Otra vez el maldito despertador vuelve a sonar a las 6,30 y otra vez hace buen tiempo así que para arriba. Esta vez la vía escogida es la abierta por los Ravier en la cara oeste del Gran Quayrat. 12 largos en una muralla de 500 metros que no tenemos muy claro por donde va, sobre todo los largos superiores. También nos preocupaba el frío ya que, por su orientación, hasta el medio día no nos iba a dar el sol. El día anterior habíamos pasado frío en los largos superiores que escalamos a la sombra.

            La primera parte del camino es común a la del día anterior pero sin desviarnos del camino que sube al refugio del Portillón, que lo haremos más arriba guiados por la cara oeste de Gran Quayrat. Nos asombra el enlosado del camino ¡que trabajo tiene que haber llevado hacerlo!

Cara oeste del Gran Quayrat
           
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Una vez situados debajo del pico localizamos los primeros largos y para ir más rápidos, decidimos escalar alternado cada  tres largos. No hace tanto frío y en cuanto empieza la acción sube la temperatura. Los primeros largos son de V,V+ y V, hay algún clavo que te indica el camino pero su antigüedad no los hace muy fiables. Las reuniones son cómodas. El cuarto largo comienza por una fisura peleona de V+ o 6 a+ dependiendo del croquis. Antiguamente tenía un clavo, como hemos visto en una foto, pero en la actualidad está limpio. El quinto y sexto son de IV y IV+ y se llega a una pequeña brecha donde empieza la segunda parte de la vía.
 

 
 1 largo.



 

           
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4 largo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 largo
 
En nuestro croquis nos marcaba que nos teníamos que bajar unos 80 metros y continuar por un largo de V para cinco largos después salir por la izquierda de la cumbre. Para allá fuimos sin encontrar el largo de V pero escalando dos largos que nos llevaron a una canal pedregosa y ahí se acabó la historia. Subimos a la cumbre trepando y disfrutamos de un maravilloso día. Por cierto habíamos tenido la compañía de decenas de Halcones Abejeros que estaban atravesando los Pirineos para ir a invernar  a otras tierras más cálidas y acogedoras. También vino a saludarnos el Quebrantahuesos.

Tras las fotos de rigor y la identificación de cumbres empezamos la bajada a las tiendas que se veían muy pero que muy abajo. El descenso se nos hizo muy largo sobre todo por el calor que hacía pero más fácil de encontrar el camino de lo que pensábamos. Llegamos a tiempo de un baño en el lago donde descubrimos que ya no estábamos solo. Era sábado y bastante genta había subido a acampar y disfrutar de estos bellos paisajes.
 




 

 
 
Llegando a la cumbre y cumbre
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Bajada con el lago Saussat y Espingo a los pies
 
Al igual que el día anterior hicimos comida y cena seguidas y a descansar que ya se notaban los días de actividad.

Al día siguiente el despertador no sonaría y lentamente, con la tarea hecha, fuimos secando y recogiendo las cosas para ponernos en camino hacia abajo. Nos quedamos sorprendidos de la decenas de personas que subía al lago de Oo parecía el Cares. En el coche tiramos las cosas y al río a bañarnos que la sudada era considerable y los hombros bajaban hechos polvo del peso de la mochila. El baño y la cerveza de rigor nos hizo revivir pero la felicidad no pudo ser completa ya que al decir que queríamos comer no dijeron que la cocina estaba cerrada ¡eran las tres menos cuarto de un domingo soleado de verano!

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