Peña Suca Cabrón y Pico Torres.

Peña Suca Cabrón y Pico Torres.

Escaladores:

Luis Felices

Rulo

Raúl Guerra


El fin de semana se presentaba con buen tiempo (quizá demasiado) y había ganas de dormir al aire libre, así que decidimos que ya era hora de ir saldando cuentas pendientes con la montaña leonesa. Hacía dos meses aproximadamente que no pudimos escalar en la Peña Suca Cabrón (Barrios de Luna) por el mal tiempo y lo del pico Torres (Puerto de San Isidro) era una de nuestras eternas cuentas pendientes……Pero nada, ya estaba la cosa en marcha y para allá fuimos.

El sábado madrugamos un poquito y a las 10:30 ya estábamos preparando los bártulos para salir hacia la peña Suca Cabrón. Aunque amenazaba calor, corría un aire que hacía la temperatura agradable. En 1 hora de camino ya nos encontramos a pie de vía. Nuestro objetivo era la “Marañuelas”. Cinco largos de perfecta roca caliza y paso máximo obligado de V+ y semiequipada. Había un murito de 6b+ que se resistió y hubo que “acerar”. Una vía muy recomendable.

2ºlargo de Marañuelas

Como se os hizo corta la vía y aun era pronto, decidimos hacer los dos primeros largos de la “Muffis”, ya que después enlaza con la vía anterior y son comunes. Además, ya le estaba dando la sombra y se estaba de maravilla. El segundo largo tenía una pinta estupenda, un pequeño desplome y una fisura de 6b preciosa. Y desde luego que no nos defraudó. Un largo buenísimo que sale en libre perfectamente.

Aprovechando que estábamos por la zona y después de refrescarnos en un riachuelo, tuvimos que hacer la parada obligatoria en Ezequiel para surtirnos de embutido leones.

La noche era perfecta para dormir mirando las estrellas, y en el Puerto de San Isidro encontramos el lugar perfecto para al día siguiente partir hacia el pico Torres. Pocas noches habrá tan buenas en todo el año.

El domingo nos despertamos muy pronto, rodeados de vacas y terneros que nos miraban con cara de sorprendidos. La subida al pared fue un agradable paseo entre praderías y escobales y a las 9:30 ya estábamos a pie de vía.

Escogimos la “Directísima Sur”, una clásica inexcusable para Adrados. Cuatro largos con un grado máximo de V que la hacen una vía sencilla y muy alpina. Eso sí, requiere algo de orientación para “navegar” por la pared sin perderse ya que es toda ella es muy parecida. Y la verdad es que no nos defraudó. El único inconveniente fue que a otros tres escaladores también se les había ocurrido la misma idea y llegaron antes lo cual nos obligó a estar esperando.



El agradable camino de la ida de por la mañana, a la vuelta, se convirtió en un asfixiante regreso por el calor.

Comentarios

Entradas populares